NO ES LO MISMO LLEGAR AL PODER POR UNA REVOLUCIÓN QUE POR UN PROCESO POLÍTICO

NO ES LO MISMO LLEGAR AL PODER POR UNA REVOLUCIÓN

QUE POR UN PROCESO POLÍTICO

Por: Victorino Tobar

Parece existir una confusión en la mente de los gobernantes y los del partido de gobierno, en la forma que están enfocando sus acciones, en algún momento piensan o se imaginan que llegaron al poder por medio de una revolución y se les olvida que el conflicto armado culminó con los acuerdos de paz, pero mentalmente quieren mantenerse en esa posición y generar los cambios por medio de imposición de sus teorías o filosofías.

Cuando el cambio se genera por este proceso es totalmente radical y se toman las medidas unilateralmente y todo lo anterior no sirve para la nueva visión de cambio y todos “everybody salsa” o sea todos a la ....  Se aumenta el nivel de desconfianza en los que están alrededor de ellos y únicamente se cree que los nuevos que llegan son los que si tienen la capacidad y el conocimiento para generar el cambio, no existen espacios para la comunicación, la escucha de los que vivieron  esa etapa de la historia o tienen la capacidad o el conocimiento de la realidad vivida, sino son un recurso inservible para sus propósitos. La autoridad se concentra en unos pocos y a veces aparecen los oportunistas que nunca faltan para meterle zancadilla al  otro o difamarlo.

Mientras que cuando se tiene claridad que se llegó al poder por un proceso político democrático participativo, la forma de gobernar o generar los cambios debería ser diferente, se debe propiciar o generar los espacios de opinión ciudadana, reconocer los esfuerzos o lo bueno que el otro hizo, adecuarlo a la visón de cambio que se tenga, realizar una evaluación de los anteriores planes, programas o proyectos, desestimar lo que no funcionó pero retomar lo bueno, y adecuarlo a la visión de cambio que se tenga, pero en nuestro medio todo no sirvió.

Un cambio impuesto siempre va generar reacciones o contradicciones, por el bienestar del país las actúales autoridades deben ubicarse en la forma que llegaron al gobierno, abrir los espacios ciudadanos para escuchar a la población, reconocer que no todo lo pasado es malo y la pregunta sería sobre la base de qué han iniciado su gestión, un consenso nacional se logrará sobre la base de la participación y del diálogo, nunca con la imposición de ideas o de la autoridad.